12 enero, 2009

Me pide que lo entienda...

El cree hace rato que yo no estoy con él...pero no cree en mis ausencias de mí. Se las cuento, pero no hay manera.
Y demás está decir que me pide que lo entienda. Si con eso solucionara todo, fundaría una religión basada en las matemáticas, en donde dos mas dos son cuatro y ocho, dieciseis.
Entenderlo a él no se me hace difícil, ya que su lógica tiene una constante. La parte difícil es entenderse a una misma. Yo estoy comenzando a cambiar variables para poder transformarme anque sea, en un número entero. ¿El considera que es parte de las cosas que quiero cambiar?
Ni se imagina lo que lo quiero.
Sé que me ausento de mí, y que necesito verlo para seguir adelante, y que al no poder darle los juegos de siempre su soledad es casi como la mía.
El perro es para mí, mucho más que todo. Sus sentencias son definitorias porque sabe lo que quiere.
Y yo sé que me quiere.
Me quiere como a esos perros heridos que hay que matar para que no sufran.
Y me pide que lo entienda.
Y no sabe que me salva nada más que con su sonrrisa.
Que vá, la vida no son solo posturas de felicidad.
A veces pasan cosas y maduramos.