25 octubre, 2009

MI LOLA ME TIENE TILÍN TILÍN...

Lola está que bau bau por aquí..bau bau!! por allá.
Mueve su culito lindo por toda la casa. La baño. Pero dura limpia unas tres horas.
Esconde las empanadas abajo de mi almohada. No es raro encontrar una de roqueford en mi cama. Se mira en el espejo del dormitorio y lo lame. A veces la encuentro ahí, sentada, con las patas de atrás haciendo ranas, solo mirándose tranquila, con esos enormes ojazos negros que tiene.
Ella participa en todo. Hasta en las decisiones de paseo. Hay lugares que tengo que rodear porque el solo pasar a dos cuadras la altera terriblemente. Entonces su corazoncito se va a dos mil por hora y empieza a temblar. El paseo supone rodear la veterinaria, también la parada de un vigilador que no le gusta. En cambio, le encanta pasar por delante de enormes rejas que contienen animales que ni se molestan en ladrarle. Especialmente uno de ellos, un pastor inglés que es tan grande que de seguro está modificado genéticamente. Ese la mira como si mi Lola fuese un postre "serenito". Y ella se menéa. No encuentro explicación a esto, pero juro que intenta seducirlo.
Pero la característica principal de Lola es que, ella no sabe que es un perro. Y ante cualquier tipo de machos-hablo de cualquier especie- que entren al atelier, ella se transforma en una especie de quinceañera virgen, se desvive por llamar su atención, les saca la historia genética de sus genitales, su hocico va directamente ahí. Y si ellos se dignan a tocarla o dirigirle una palabra se piya de amor. Y después se turba y avergüenza.
Ella es el ombligo del mundo en mi casa. Y todas mis decisiones la contemplan.
Por las mañanas, mientras todavía estoy en la cama, se acerca, se acomoda y con sus dos patas-manos me toma por la cara y me da besos y besos..con los ojitos cerrados de cariño.
Mi Lola me tiene tilinguísima.
Ya se ve, no?