12 diciembre, 2009

COMO DIRÍA LA LEGRANDT -ASÍ!!! NO!!!

No tengo mucho tiempo para escribir. Pero no podía dejar pasar esto. Lo escuché ayer por la tarde..entre mis corridas para pagar todo a tiempo y seguir laburando como una esclava Haitiana.
había dos viejas- Y perdón si ofendo...pero yo también seré una vieja chota y de seguro ese mote estará bien merecido ya que voy en camino- asique repito. Había dos viejas chotas, de esas que salen con taco aguja mientras las veredas se atajan..Yo iba pegadita atrás de ellas intentando pasarlas ya que el perfume que llevaba por lo menos una de ellas, me estaba matando.
Hablaban de sus cosas y escucho que una le dice a la otra:
-Al pachado no hay que olvidarlo..¡Hay que me-jo-rar-lo!
-mmmmm???-Pensé yo.
Y ahí entendí...todo eso de TODO TIEMPO PASADO FUÉ MEJOR...MI MARIDO FUÉ EL MEJOR DEL MUNDO Y EL ÚNICO HOMBRE DE MI VIDA...Y MI MADRE ERA UNA SANTA...Y EN AQUELLA ÉPOCA ERAMOS TAN FELICES...Y MI DIFUNTO ESPOSO ME FUÉ FIEL HASTA LA MUERTE...JA JA JA JA JA...todas esas frases hechas que ya escuchamos tooodos desde siempre!!!
Al final...todos fuimos construyendo nuestra vida al son de estas vidas felices de MENTIRAAAAAAAAA...por culpa de etas viejas de mierdaaaaaaaaa juaaaaaaaaaaaaaaaaa juaaaaaaaaaaaaa.....
Pobres...la verdad que llegar a esa edad mintiéndose a una misma...deja al imaginario colectivo de las viejas como un trapo de piso, que retorcían y retorcían hasta hacerlo flecos para desquitarse de esa vida que se les iba en el entretiempo del mercado y la novela.
Recordar las cosas tal cual fueron es auyentar la posibilidad de equivocarrnos otra vez, pero sobretodo significa crecer y madurar. No llegar a los 85 con la experiencia de una niña de 12.
Para eso está el Alzéimer, que bien le queda.