27 junio, 2010

VISTA RÀPIDA DE UN CONDÒN.

Cuando era una nena, mis primos me mandaban al kiosco a comprar preservativos. Muy muy nena. 9 o 10 años. Algo que a mi no me molestaba porque no sabìa para que se usaban. Y si me lo hubiesen dicho tampoco me hubiese molestado..que iba a entender yo a esa edad??
Despuès, un poco màs grande-pero no tanto..unos 12-encontrè esas "cajitas con gomitas" en mi casa y le preguntè a mi vieja para que eran..por supuesto, ella, que  siempre fuè muy clara conmigo y en ese momento tenìa un taller de costura me contestó:

-DAME ESO, son unas cosas que se le ponen a las máquina de coser....para que no se rompan-me dijo.

El problema de la curiosidad es que necesita una certera duda para presentarse. Y lo que me hizo dudar era que, la respuesta de mi vieja no me cerraba con su actitud al responderme. Además, husmeando me enteré de que se guardaban en el primer cajón de la mesita de luz de mi mamá. Pero ahí quedo esa duda, olvidada y sin respuesta ante tantas otras cosas importantìsimas que tenìa que hacer a esa edad.
Gracias a la curiosidad, encontrè de esas gomitas en la guantera del auto de mi viejo, las saquè y las puse sobre una de las màquinas de coser del taller (era bien naba y eso que ya tenìa casi 13 años).
Hasta que un dìa, Cheli me contò que su mamà querìa hablar con la mìa porque se le habìa roto la màquina de coser. Querìa terminar un trabajo en el taller de mi vieja.
Por la tarde tenìamos gimnasia y aparte de la respuesta le llevé a Cheli dos o tres de esas cajitas para que su madre arreglara la màquina.
Al otro dìa las monjas me crucificaron. Igual no terminè de entender nada en ese momento pero le contè a mi vieja que las que tenìa papà en el auto las puse en la mesa de luz.
Y ahì, se armò una buena que tampoco entendì, pero fuè la primera vez que vi a mi mamà tirarle con los zapatos por la cabeza a mi viejo.
Al final, todo me lo explicò uno de mis primos, el màs chico que me llevaba como 3 años. Me dijo que me iba a mostrar EN REALIDAD para que se usaban. Me tapè los ojos como me pidiò y cuando los abrí estaba el muy guarango ya se imaginan como.
Gracias a eso les tuve bastante asco a los hombres por casi 10 años más.