25 diciembre, 2010

EL JUEGO DE LA BASURITA

Aquí no pasa el tiempo y el espacio se vuelve cada vez más pequeño. Hoy se me ha olvidado la manera de volar. Será solo por un rato. Es que estoy mirando todo por lo bajo. Es la única manera de hacerlo. Bajando.
Estaba por escribir la historia de un país que hacía algunas cosas bien y otras mal o mas o menos. Un lugar en donde las cosas se pueden arreglar mientras se eviten los grandes conflictos sociales.
Mientras la heroína que podría salvar a todos acaba de perder al amor de su vida, solo acierta a fumarse unos canutos del tamaño de los postes de luz. Y afuera hay unos chispazos de miedo. A todos se les ha olvidado tomarse las pastillas de freno y comienza la pesadilla. Los valores van perdiendo ceros.
Las chispas de afuera se  trasforman en un salpicadero.
Entonces aparece en escena un tal Burlan Caster. Burlan se ha levantado con un cable cruzado y quiere clavarse al gobierno.
Es que se ha levantado con ganas de comerse el mundo. El pueblo argentino es muy distraído y a veces se olvida de ciertas cuestiones..sigue durmiendo porque se está bien así...dejará que Burlan  Caster le hinque el diente al asado de las fiestas??
Tal cual las cosas, a Burlan no le importa. Le tiene ganas al son del poder. Y  le encantan las tela de arañas.
Burlan es bicho viejo, y para distraer más al pueblo hace ciertos movimientos poniendo a mucha gente a bailar en los campitos vacíos.
La gente está cansada al fin del año. Y preocupados solo por descansar. Entonces, así de repente comienza a faltar el dinero en los cajeros, en los bancos..y las prisas se transforman en urgencias.
Pero las urgencias están ocultas. Tapadas por esos pequeños conflictos que no van a matar a nadie.
Los conflictos asesinos de Burlan están ocultos en su poncho y en sus discursos.
Porque ahora Burlan quiere ser presidente...otra vez.
Pero hay que escucharlo...a Burlan se le escapa el viento entre los dientes. Dicen que hay que escucharlo de atrás para adelante.
para salvarse de Burlan hay dos opciones:
-Nunca hay que arrastrarse.
- Nunca hay que hacer contacto visual o auditivo con él.
Si no evitas estas acciones, te verás obligado a jugar a la "Basurita" con él.

moka